Desde el primer día que te vi, y más aún desde la primera vez que rocé tu piel, tu mano... algo único y diferente se despertó en mí.
Creo que nunca sabría explicar muy bien qué es lo que tienes para que todo lo que pase entre nosotros sea especial, porque para esto no existen palabras ya que es un sentimiento y eso se lleva dentro. Hay algunos tan grandes que ocupan todo por dentro y no dejan espacio a lo demás, a la razón... y quizás esa sea el motivo para que aún, después de tanto tiempo, se me acelere el corazón cuando veo que me hablas o simplemente cuando alguien me habla de ti, cuando veo o escucho tu nombre.
Eres esa persona con la cual descubrí que eso de lo que tanto escuchaba hablar, el amor, sí existe., aunque a veces no tenga un final feliz, el cual es el esperado por los que están realmente enamorados.
Siempre voy a tener mucho que agradecerte, la felicidad que me diste, esos meses increíbles, todos esos momentos juntos... incluso el dolor y el final... o los puntos suspensivos. Gracias a todo lo vivido he aprendido mucho, he mejorado y madurado, y cada día me siento mejor persona y con un corazón que mejora por momentos. Gracias por los buenos y malos momentos.
La esperanza dicen que es lo último que se pierde, ¿no? Pues yo ya no me agarro a ese palo para seguir arriba, si tengo que bajar, bajaré, pero sé que cuando suba todo estará mucho mejor. Prefiero confiar en el destino, todo está escrito y lo que tenga que ser será.
Estoy completamente segura de que pase lo que pase, caminemos en la dirección que caminemos, yo nunca te voy a olvidar ya que has sido la primera persona en ocupar ese espacio tan especial, la primera que se convirtió en mi todo, y eso no lo puede cambiar nadie.
